Sergio Corral
¿Quién no recuerda la intensa campaña publicitaria de Polaris hace unos años? Se presentaban como un resort para la clase media-alta o incluso los sectores más pudientes de la sociedad. Un complejo de segundas residencias en medio de la Región de Murcia rodeado de unos preciosos campos de golf y anunciados por todo un murciano como José Antonio Camacho. Eso sí, todo aprobado por el gobierno autonómico y al mismo tiempo mendigando al gobierno de Aragón para que les cediesen agua para sus habitantes.
Ante todo hay que decir que un buen número de residencias si están ocupadas aunque solo sea unos meses al año, pero basta darse una vuelta por la zona para ver que otras casas y la zona en general se encuentran bajo un estado de abandono absoluto... casas que iban desde los 200.000 hasta los 1.500.000€ de valor.
Y ahora, ¿Qué pasa con todo esto? Pues parece que no pasará nada. Todo seguirá en el mismo estado en el que se encuentra y los compradores que ya tienen allí una de sus residencias disfrutan de un semidesierto abandonado a su suerte, eso sí, con bastante tranquilidad por la falta de vecinos. Otros se apresuran en intentar "malvender" la casa por lo que bien puedan.
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Como bien podeis ver, en las fotos se observan algunas de las viviendas con muros semiderruidos, piscinas acumulando experiencia, jacuzzis que valen más que mi coche llenos de porquería, nidos de avispas... todo un auténtico despropósito.
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